Dread Mar I dejó su amor en La Feliz

Otro fin de semana quedó en el camino y, gracias a dios, estubo bien colmado de reggae. Y de que forma, porque Alem entero cambió su frenética diversión nocturna por la paz, el amor y la armonía que acercó a la gente Dread Mar I.

Desde muy temprano, con la musicalización de Dj Maco McIntosh, La Mula Plateada comenzó a llenarse rápidamente anticipando una noche más que calurosa. Y vaya si hacía falta, porque afuera, la fría brisa del mar penetraba hasta los huesos.

Y cerca de las 02.00hs, cuando no cabía siquiera un alfiler en el lugar, Mariano Castro salió al escenario para comunicar todo su sano mensaje. Casi sin mediar palabra alguna, comenzó un primer combo de cinco temas de Hermanos (2006), la nueva placa presentada por primera vez oficialmente en Mar del Plata. Fuerte Amor comenzó la seguidilla que finalizó con Mi Bendición, cuando Dread Mar I dijo sus primeras palabras y propuso escuchar la primera pieza de Jah Guía (2005): Proverbios. Así comenzó un segundo bloque conformado por cinco canciones de su primer disco, entre las que Jah Guide arrancó el coreo a dúo de Mariano y público, que cantó una y otra vez "Jah guide me, Jah is the guide, Jah is the guide light" resumiendo en pocas palabras el mensaje que reinó durante toda la velada.

Pero a la fiesta aún le quedaba un largo trecho por recorrer. La segunda parte del show fue dedicada de pleno al resto de la presentación de Hermanos. Con un sonido muy prolijo, comenzó a sonar El Rey y casi sin descanzo lo hicieron también La Verdad, El Malvado y Otoño. Y otro punto alto de la noche llegó con Niño Hombre, cantado con un sentimiento más que especial por parte de un Dread Mar I que, a esta altura de su carrera, ya se encuentra "Bien crecido y muy muy fuerte".

Finalmente, el ya clásico Inspiración, con el coreo colectivo de "Parabapa, parabapa, parabap, papa parabara" imitanto el sonido de los vientos, abrió el camino para el broche de oro a puro salto y baile con Promesas, corte de difusión de la nueva placa.

Pero el público se portó más que bien bailando y cantando cada tema como el último, poniendo a vibrar las paredes de La Mula durante casi dos horas, y Marianito Castro supo devolver toda esa buena energía a su gente. Aunque digan fue el fuera de lista ideal para darle cierre a una hermosa noche de reggae dulce, armónico y lleno de mensaje y buenas vibraciones.

Más info: www.dreadmar-i.com