(Mañana corrijo esa traducción pedorra del discurso)
Muchos temas de Bob Marley se han transformado en auténticos himnos de la actualidad. Ya sea porque suenan bien o, simplemente, porque su ritmo es pegadizo. Pero pocas tienen la energía, la rebeldía y el poder de War. Esta pieza representa, prácticamente, todo lo que fue la filosofía y la lucha del jamaiquino más famoso de la historia. Y para entender como tantos elementos pueden conjugarse en un combo de tan sólo tres minutos y medio, es necesario mirar algunas décadas hacia atrás y entender de qué manera nació War.
Todo comenzó a mediados de los 60’, en una época de apogeo para el reggae y cuando Marley y los Wailers comenzaban a hacerse famosos alrededor del globo. Si bien todo parecía positivo, la situación que se vivía en Etiopía, cuna de la religión Rastafari, no era precisamente la mejor. Ya habían pasado varios años desde la descolonización y la asunción del emperador Lij Tafari Makonnen, más conocido como Haile Selassie I, y una nueva amenaza caía sobre tierra africana. En esta oportunidad, el poder de Babylon fue representado por Italia. Los europeos avanzaban a pasos agigantados y no tuvieron contemplaciones, por ejemplo, en arrojar bombas de gas venenoso sobre miles de civiles etiópicos inocentes.
En medio de toda aquella matanza, Haile Selassie I se presentó ante el consejo las Naciones Unidas (ONU) para exponer la indefensa situación de su nación. Para ello, pronunció un discurso que pocos podrían olvidar una vez escuchado o leído:
“Hasta la filosofía que celebra una raza superior y desacreditan y abandonado a otro inferior finalmente y permanentemente, por todas partes es la guerra y hasta allí es no más ciudadanos de primera clase y de la segundo-clase de cualquier nación, hasta que el color de la piel de un hombre no está de no más de significación que el color de sus ojos. Y hasta los derechos humanos básicos están garantizados igualmente a todos sin consideración alguna hacia la raza, allí es guerra. Y hasta ese día, seguirá habiendo el sueño de la paz duradera, ciudadanía del mundo, regla de la moralidad internacional, solamente una ilusión efímera que se perseguirá, pero nunca lograda… ahora por todas partes es la guerra.”
La misma reacción produjo esta obra de arte sobre Bob Marley. En un principio, los Wailers pegaron una copia del discurso en la pared de su sala de estudio en Kingston, la capital de Jamaica. Pero tras un tiempo de observarlo, todos juntos como anonadados por las palabras que veían ante ellos, surgió la inevitable pregunta: “¿Por qué no lo hacemos canción?”. Y así comenzó la musicalización. En un principio habían pensado en usar el texto entero, sin ninguna modificación. Sin embargo, Bob propuso seleccionar algunas frases y agregar un estribillo. Este fue el resultado:
Until the philosophy which hold one race
Superior and another inferior
Is finally and permanently discredited and abandoned
Everywhere is war, me say war
That until there are no longer first class
And second class citizens of any nation
Until the colour of a man's skinIs of no more significance than the colour of his eyes
Me say war
That until the basic human rights are equally
Guaranteed to all, without regard to race
Dis a war
That until that day
The dream of lasting peace, world citizenship
Rule of international morality
Will remain in but a fleeting illusion
To be pursued, but never attained
Now everywhere is war, war
And until the ignoble and unhappy regimes
That hold our brothers in Angola, in Mozambique, South Africa sub-human bondage
Have been toppled, utterly destroyed
Well, everywehre is war, me say war
War in the east, war in the west
War up north, war down south
War, war, rumours of war
And until that day, the African continent
Will not know peace, we Africans will fight
We find it necessary and we know we shall win
As we are confident in the victory
Of good over evil, good over evil, good over evil
Good over evil, good over evil, good over evil
Es casi una paradoja que una de las canciones que más representan al músico reggae más importante de la historia, haya sido escrita por otra persona.