Que manera de vibrar!
Nada falló para Rondamon. La presentación de Espíritus Chocarreros fue todo un éxito. Desde el comienzo hasta el final, el escenario de SUM emanó buenas vibras.
Todo empezó a las 22.00, cuando sonaron los primeros acordes de La Verde. El set de los sureños fue corto pero contudente. Con tan sólo 5 temas, Pablo Amoroso hizo levantar al público que a esa altura ya copaba el lugar. Los primeros coreos se escucharon con Israel y Amor, dos de los cortes de difusión de Cultiva tu Conciencia.
Entonces llegó el momento de ver a Rondamon. El logo del nuevo disco se dibujó en la pantalla gigante y unos sonidos característicos del Chavo del 8 anunciaban que la espera había terminado. Los marplatenses hicieron su entrada con toda la fuerza. Un medley de casi todos sus temas dio arranque al baile que no pararía hasta el final.
Uno a uno comenzaron a sonar Felicidad, Cómo?, Ya no y algunos temas de la nueva placa. Y cuando promediaba el set, llegó la primera sorpresa de la noche. Mingo invitó a sus amigos barilochenses al escenario y, casi como una big band, con más de 15 personas tocando, hicieron saltar a todo el mundo con una improvisada versión de Jammin'.
"Boron bon bon, boron bon bon, esta es la banda, de Rondamon..." Los cánticos del público se hicieron escuchar durante el pequeño descanso que se tomó el grupo, pero se apasiguaron cuando la imagen de fondo cambió. El logo de Espíritus... se transformó en una relajante filmación de las olas del mar y los muchachos se sentaron en el piso con guitarra acústica, palo de lluvia y tamborcitos en mano. Esa fue la segunda sorpresa de la velada. Con el sonido del oleaje de fondo, le dieron marcha al acústico en el que sonó, entre otros, Kaya de Bob Marley.
La gente ya tenía su hambre de reggae saciada, pero la fiesta no terminaría allí. Mingo se calzó nuevamente la eléctrica y el recital entró en la recta final, el momento de hacer bailar al público. Con más energía que nunca y con la colaboración de los percusionistas de Fiel Servidor, los últimos temas chorrearon vibras positivas. Primero Mr. Bobby y Clandestino, de Manu Chao, luego León de la Paz y finalmente Siempre birllará culminaron por estallar SUM.
Sin embargo, aún quedaba el bis. La gente lo pidió y ellos no se hicieron rogar. Tras una larga deliberación, se decidieron a revivir viejas épocas y a bajarle la persiana a la noche con su versión ska de Redemption Song... ¿Se puede cerrar una velada de reggae de mejor manera?
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